Importancia de la gestión de calidad del producto
En un mercado cada vez más saturado y unos consumidores cada vez más exigentes y bien informados de los productos, la gestión de la calidad cobra una mayor importancia en muchos aspectos, desde la fidelización de clientes hasta la propia imagen de la marca de cara a clientes y competidores.
Pero antes de ir de lleno a la gestión de calidad de producto, voy a definirte brevemente el concepto de calidad, esto ayudará a comprender mejor la lectura en relación con el coste de calidad y la definición de la gestión total de la calidad. Si quieres saber más, vamos primero a por lo básico y luego a desgranar los apartados que te he comentado anteriormente. ¡Vamos a ello!
Concepto de calidad
Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar valor.
RAE
Digamos que es una definición de calidad un poco escueta, por lo que merece una mayor profundidad para poder comprenderlo aún mejor, aunque ya te vas haciendo una idea.
Podemos definir calidad como aquella cualidad destacada de un producto o servicio, puede ser a escala de fabricación, prestación o inclusive tener una visión abstracta por su conjunto como la percepción de una organización o marca. La calidad no tiene por qué ser un producto o servicio de lujo o de alcance limitado, calidad será todo producto o servicio que cumpla con las características del diseño y sobre todo, satisface las necesidades del cliente y que cumple las exigencias del mercado
El profesor David Garvin de la Universidad de Harvard habla sobre las 8 dimensiones de la calidad con un objetivo claro de hacer más operativo el concepto de calidad de un producto y servicio para favorecer así la integración de la gestión de calidad con la empresa, ya sean en manufacturas como el los propios servicios.
El coste de calidad
La calidad es un elemento intangible por lo que a simple vista no puede ser contabilizada, una de las maneras de contabilizarlo es mediante el cálculo del coste de la calidad, es decir, mide el coste necesario para obtener la calidad deseada como al que se genera como consecuencia de no obtenerla.
Clasificación de costes de la calidad
El coste de la calidad se pueden clasificar en dos tipos:
- Coste de conformidad
- Evaluación: Los costes relacionados por la inspección para la determinación de la conformidad, la revisión de los diseños terminados y los informes y procesados de los datos de calidad
- Prevención: Se agrupan los costes derivados de la formación, mantenimiento preventivo, estudio y análisis y las acciones para evitar que un problema surja o se repita
- Coste de no conformidad (Relacionado con los productos defectuosos)
- Errores internos: Aquellos costes como reparaciones, desechos, venta como producto "B" o reprocesos
- Errores externos: Tales como las devoluciones, reparaciones, servicios de postventa, retiradas de mercado, pérdidas de cliente.
En definitiva, los costes de calidad se engloba tanto a los costes de producción como la venta y la postventa.
La gestión total de la calidad en la empresa. Factor importante
La gestión de la calidad en la empresa es uno de los factores que más relevancia ha cobrado en los últimos tiempos, por ello no se ha de focalizar en un departamento sino más bien abarcar a toda la estructura de la organización. Las recomendaciones para llevar una gestión total de la calidad son los siguientes:
Compromiso de la dirección superior
Tener un apoyo claro en la mejora y gestión de la calidad es muy importante y debe ser apoyada y respaldada por la dirección. La calidad debe ser la toma de referencia y a de marcar los objetivos que busca la organización. Por otro lado, la dirección debe dotar de recursos necesarios para la gestión de calidad, así como aplicarse y seguir dichas pautas a fin de predicar con el ejemplo.
Enfoque hacia el cliente
Sabemos que la calidad busca dotar a un producto o servicio de características o cualidades que cumplan y satisfagan las necesidades de los clientes.
Para llevar a cabo tal operación, la empresa debe estar continuamente observando el mercado, es decir, analizando tendencias, gustos, necesidades de los consumidores así como el comportamiento de los competidores. Por otro lado, resalta la necesidad de diseñar procesos flexibles a fin de adaptarse a los cambios de mercado.
Diseño del producto
El diseño de producto debe ir de la mano con el estudio de los consumidores y competidores, eso si, no se ha de olvidar los costes a fin de optimizar cada proceso. Para esta última opción, la solución recae en la revisión de los diseños cuidadosamente antes de mandarlos a producir.
Relación con los proveedores
Se trata de otro elemento muy importante en la gestión de la calidad, dado que su correcta gestión y relación mejoraría la cadena de diseño y producción de productos o servicios de buena calidad. Por esto mismo, la organización debe procurar reducir o tender a 0 los defectos, disponer de pocos proveedores con altos estándares, que formen parte del diseño del producto a fin de aportar la materia primera idónea y, por supuesto, mantener una larga colaboración con estos mismos.
Papel de los empleados
Los empleados son el motor de producción de cualquier empresa, su correcta gestión hará que la empresa pueda trabajar eficientemente y de manera productiva. En este punto, la organización deberá aplicar técnicas o estrategias de motivación y sobre todo de formación para la mejora de la cualificación y profesionalidad de cada uno de los trabajadores.
Gestión del proceso
La empresa u organización debe procurar llevar un orden, organización, control visual, limpieza, disciplina y hábito en los procesos así como aplicar procesos a prueba de errores como poka-yoke y utilizar herramientas de mejorar de los procesos con el fin de mejorar la calidad
Disponibilidad de la información
Se ha de mantener los indicadores de registro de calidad, ser transparentes con la información asó como los resultados obtenidos y por supuesto, deberá estar siempre disponible y accesible para cualquiera que la necesite.
Benchmarking
Consistirá en tomar referencia los indicadores comparativos de aquellos productos, servicios o procesos de trabajo de otros con el fin de resaltar las mejores prácticas sirviendo de ejemplo y punto de partido de fijación de objetivos. Un Benchmarking puede ser de carácter interno, con empresas similares del sector o competitivo.
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