Las claves sobre las auditorías de cuentas anuales: ¿en qué consisten y en qué casos son obligatorias?

A menudo, la palabra “auditoría” genera una sensación de incertidumbre y un cierto nerviosismo que se deben, sobre todo, al desconocimiento acerca de lo que implica esta práctica exactamente. Para evitar estos miedos, pretendemos aclarar aquellos aspectos que son fundamentales sobre este tema, además de solucionar las dudas más frecuentes. De este modo, nos enfrentaremos a una posible auditoría de cuentas anuales de  nuestra empresa con una mayor seguridad.

Auditorías contables para empresas

¿Qué es exactamente una auditoría y cuál es el papel del auditor?

Una auditoría de cuentas anuales consiste en un proceso de revisión de las cuentas anuales de una empresa y la verificación de las mismas, realizado por un profesional externo llamado auditor. El auditor, cuando finaliza su trabajo, emite un informe en el que detalla si las cuentas anuales cumplen con la normativa y cuál es la fiabilidad de esta información. La función del auditor, por tanto, es doble: por una parte, expresa su opinión acerca de la fiabilidad de los estados financieros y, por otra, procura un informe escrito, que tendrá consecuencia en terceros, en el que detalla su punto de vista.

Los auditores, de acuerdo con la Ley 22/2015, de 20 de julio, de Auditoría de Cuentas, deben ser figuras externas e independientes a la entidad que está siendo auditada. Es decir, no existe opción a que la propia auditoría la realice el contable de la compañía. Por ello hay que recurrir a empresas externas especializadas que, como AOB auditores, cuentan con una gran experiencia en el sector.

¿Qué objetivo tiene una auditoría de cuentas anuales?

El objetivo que persiguen las auditorías no es el de un análisis financiero que permita detectar los fraudes que puedan existir en una empresa, sino el de comprobar que los estados financieros de la misma reflejan la aplicación del marco normativo vigente. Se trata de una opinión externa que certifica la fiabilidad de la información relacionada con los estados financieros. Lo más recomendable siempre es contar con los mejores auditores de Madrid, ya que el informe que se obtiene como resultado es una opinión técnica que será de gran utilidad a la hora de plantear el futuro de una compañía.

¿En qué casos es obligatorio auditar una empresa?

Existen tres supuestos en los que la ley obliga a auditar una empresa:

  1. Según su tamaño. De acuerdo con el artículo 257 del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de Julio, por él se aprueba el texto fundido de la Ley de Sociedades de Capital, aquellas empresas que durante dos ejercicios consecutivos cumplan dos de los siguientes requisitos: activos que superen los 2.850.000 euros, importe neto de la cifra de negocios supera los 5.700.000 euros o el número medio de trabajadores durante el ejercicio supere los 50.
  2. Según su actividad. Por ejemplo, intermediación financiera o gestión pensiones.
  3. Aquellas consideradas de “utilidad pública”, como aseguradoras, entidades de crédito, servicios de inversión, instituciones de inversión colectiva…

Las empresas no obligadas por ley pueden realizar auditorías de cuentas de manera voluntaria. Sin embargo, para aquellas que sí tienen obligación, no existe forma de negarse a ellas, puesto que se incurriría en el incumplimiento del deber de depositar en el plazo pertinente las cuentas anuales de la empresa en el Registro Mercantil. En caso de que al realizar el depósito faltase el informe de auditoría de cuentas, se establecería un plazo para enmendar el error durante el cual no se permitiría realizar ningún acto jurídico mercantil.

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