¿Qué es el malware y por qué es malo para tu empresa?
El malware es el nombre colectivo que se le da a un conjunto de softwares maliciosos. El malware usualmente consiste en un código desarrollado por atacantes cibernéticos y está diseñado para causar grandes daños a datos y sistemas, o para obtener acceso sin autorización a una red. El malware generalmente se ve en forma de enlace o se envía como un archivo por correo electrónico, y en cuanto haces clic en el enlace o abres el archivo, este se ejecuta.
Este software dañino, es muy invasivo y puede deshabilitar computadoras o cualquier dispositivo móvil, sistemas informáticos y redes, apoderándose totalmente de estos, interfiriendo completamente en su funcionamiento.
¿Cómo el malware puede afectar tu negocio?
Cuando eres el encargado de dirigir una empresa debes enfocarte en muchas situaciones, pero mantenerla segura y alejada de ataques cibernéticos debe ser el enfoque número uno. Debido a que si la empresa es víctima de algún tipo de malware existe una gran posibilidad de que pierdas tu trabajo y cause un gran daño al negocio.
Estos softwares maliciosos afectan los procesos informáticos de la empresa, y pueden llegar a robar información vital para el mantenimiento y futuro de la empresa. Por esta razón, como socio de una empresa, debes ser consciente de qué es un malware, los tipos que existen, entender cómo funcionan y de esta manera poder evitarlos.
Tipos de malware
Virus. Posiblemente es el tipo más común de malware, los virus adjuntan su código malicioso y solo necesitan que un usuario descuidado o un proceso automatizado lo ejecute. De la misma manera que un virus biológico funciona, puede expandirse rápidamente y causar inmensos daños en el sistema de tu computadora o dispositivos.
Worm. Un worm puede auto replicarse sin un programa host y, por lo general, se propaga sin necesidad de que una persona lo ejecute o que sus mismo autores lo propaguen.
Ransomware. Este es un tipo de malware que causa muchos daños y ha sido un gran riesgo por muchos años. Este software malicioso retiene como rehenes una parte de tus archivos o incluso la totalidad de estos y pide por un pago para liberarlos. Se propagan de manera similar a los virus.
Caballo de Troya. Un caballo de Troya está diseñado para aparecer como un programa legítimo con el propósito de tener acceso al sistema. Una vez que se instala, los troyanos pueden ejecutar sus funciones dañinas.
Spyware. El spyware, como nos dice su nombre, se crea para espiar lo que está haciendo un usuario. Se encuentra escondido en la computadora o dispositivo móvil y recopila información sin que lo sepas, detalles bancarios o cualquier tipo de información secreta.
Adware. Aunque no siempre es dañino, este es un software de publicidad agresivo que puede quebrar tu seguridad solo para colocar anuncios, pero esto suele ser una puerta de entrada para otros tipos de malware.
Un ejemplo muy popular de malware es el WannaCry, este es un ransomware que funciona cifrando datos en una computadora que ha sido infectada y luego le dice al usuario que sus archivos han sido bloqueados y muestra información sobre cuánto se debe pagar y cuándo se realiza el pago a través de Bitcoin.
El ransomware es un problema global y ha afectado especialmente a ciertos países como, España, Italia, EE. UU., Rusia y Corea. A pesar de que pareciera haber disminuido en los últimos años, no es algo erradicado en su totalidad y puede ser letal para cualquier empresa.
Ahora que entiendes un poco mejor sobre qué es un malware y sus diferentes formas de invasión, es importante que sepas cómo eliminar el malware y mantenerlos alejados de tus dispositivos y empresa.
Esencialmente, debes tratar con un especialista en la materia que elimine por completo el software pero en la parte preventiva hay dos factores vitales: las herramientas de protección o seguridad y la precaución por parte del usuario.
El primero es a menudo el más fácil de implementar, simplemente porque podemos configurar un buen software de protección que nos mantenga alejados de estos malware, sin embargo, manejar la tentación de el usuario de presionar cualquier clic en la web, es un trabajo más arduo, que con dedicación y mucha atención, se puede lograr.
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